Incluir a los niños en la cocina es una de las mejores formas que existen a mi juicio para que una familia tenga una alimentación saludable. El hecho de cocinar con niños hace que desde muy pequeñitos entiendan que realizar un plato de comida implica un proceso de manipulación y mezcla de alimentos y eso redunda muy positivamente en la forma en la que se relacionan con su alimentación. Para mi hay una diferencia abismal entre como nos relacionamos con la comida cuando somos parte activa en la elaboración de las recetas o cuando simplemente recibimos el plato en la mesa.
Cocinar con niños tiene además un plus de cercanía, ya que no es una actividad como puedan ser otras que se realiza de forma esporádica. Tiene un gran componente de trabajo en equipo, de conversación, que cuando son pequeñitos favorece la adquisición del lenguaje y cuando van siendo mayores mejora la comunicación y el conocimiento mutuo.
¿A partir de qué edad los niños pueden cocinar?
Según mi experiencia desde que ellos tengan interés en hacerlo. Desde el primer momento que veamos que quieren tocar y explorar el mundo que les rodea. Eso sí, definamos cuales son nuestros objetivos o que es «poder cocinar». Los niños muy pequeños (desde los ocho meses más o menos) pueden amasar, tocar y mezclar ingredientes. ¿Eso significa que nos están ayudando a cocinar? La respuesta es no, mas bien lo que hacen es que tú tengas que ir mucho mas lento y todo quede mucho mas sucio de lo que quedaría si cocinaras sola. Pero lo que si están haciendo desde tan pequeñitos es experimentar y pasarlo en grande con una actividad que llevan a cabo solos con su mamá (o papá) o en familia con otros hermanos. No solo es divertido y merece la pena hacerlo por puro placer (a pesar del desbarajuste que se monta al principio) sino por la cantidad de cosas que ellos aprenden y las que aprendemos nosotros también, porque nos sorprenderán seguro.
De esa manipulación de alimentos y esa curiosidad llegaremos a pelar verduras con el pelador. Ikea por ejemplo, tiene un modelo fantástico con el que los niños pueden trabajar cómodamente ya que es bastante complicado hacerse daño. Los calabacines y las zanahorias son verduras muy indicadas al principio por tener una superficie muy homogénea con lo que preparar platos de verduras y comerlos después no será ningún problema (tenéis algún video en Instagram de Ariadna pelando calabacines antes de cumplir dos años). Sabrán que a la comida hay que echarle un poquito de sal, aceite de oliva, que las especies tienen diferentes olores, que muchos platos incluyen el agua y que esta no solo sirve para beber.
Otro de los grandes beneficios que se obtienen de esta actividad es que ellos practican la paciencia, hacen cálculos al pesar los alimentos y en general su capacidad cognitiva se refuerza a la vez que se divierten.
Aprenderán desde muy pequeños (porque ellos van a querer intentarlo) a echar agua en un vaso, a echar leche, a añadirle cacao y a revolverlo con la cuchara y de repente, nuestros hijos habrán desarrollado una psicomotricidad y unas habilidades muy poco habituales en niños de su misma edad, divirtiéndose con nosotros en actividades cotidianas. Y como dominan el arte de la repetición y si no les frustramos con nuestros «quita, espera, quieto, no, vete a sentarte, pon la tele…» les encantará ayudar, el día a día les convertirá en auténticos amantes de la cocina y por tanto tendremos muchas menos posibilidades de padecer uno de los problemas mas preocupantes de nuestro tiempo: la obesidad.
Lo que os he contado hoy es mi experiencia con mis tres hijos. Cada uno de ellos en función de su edad va alcanzando diferentes destrezas en la cocina, pero lo mas destacable no es eso, sino como influye esta actividad en su relación con la comida, porque ya sabemos que una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica, No es lo mismo que tus padres no te dejen comer bollería industrial o zumos envasados porque no son saludables, que la imagen que te queda cuando pesas el azúcar que lleva un pastelito industrial en tu cocina.
13 comentarios
tania
Jope como me gustan estos post, que ideas me dan para practicarlas con mi hijo… sobre todo por lo de quita vete a ver la tv!! y luego cuando tengan 14 años estamos que nos tiramos de los pelos porque nuestro hijo sólo ve la tv y juega a los videojuegos!!! lo voy a poner en practica, ademas mi hijo (17 meses) esta ahora en una etapa de que no quiere comer nada, la cual respeto y no obligo pero creo que esto puede ser una buena forma de abrirle el apetito… que esperimente… juegue y sobre todo aprenda. Te animo a que escribas este tipo de entradas mas veces… me encantaaannnn!!!!!!!!
Patricia Fernández
Gracias Tania! Me alegra que te guste, eso si cuando lo pongas en práctica como digo en el post ten en cuenta que es un aprendizaje mutuo en el que el primer mayor reto para el adulto suele ser la paciencia, porque se ensucia mucho y se tarda mucho mas en hacer cualquier plato 🙂 pero como digo para mi compensa muchísimo. Trato de que la sección de maternidad tenga una periodicidad quincenal, así que anotada la sugerencia 😉
Seila
Me encanta!!!! No se si presentarme en tu casa a cocinar con tus hijos o a degustar ese menú Gourmet.
Realmente me parece un planteamiento genial que sólo requiere por parte de los padres un poco de paciencia que parece que hoy en día es lo que más escasea.
A disfrutar de estas actividades.
Besinosssssss
Patricia Fernández
Cierto Seila, es lo que advierto en el post la paciencia es imprescindible para esto. Si no queremos que se ensucien ellos o la cocina no es una actividad para nosotros. De todas maneras también es cierto que si la limpieza no es tu máxima prioridad es gratificante desde el principio 🙂
MONIMON
Nosotros aprovechamos las tardes delluvia y frío para cocinar con los peques. Les encanta amasar, dar forma a las galletas, decorar. Hay muchisimas cosas que se pueden hacer dulces, pates tipo hummus, pizzas caseras, empanadas, pinchos de fruta. y suelen probar cosas que de otra forma no harían.
A mi también me encantan los posts para mamis 😉
Patricia Fernández
Gracias Monimon!Si tenéis sugerencias en temática maternidad no dudeis en compartirlas 🙂 En nuestro caso solemos integrarlos a diario en las cenas porque tenemos la inmensa suerte de que me paso la mayor parte de las tardes con ellos y eso hace que sea una actividad de última hora de la tarde. Además ya no es ni siquiera cosa mía que colaboren, enseguida vienen las pequeñas con sus elevadores «¿te ayudo?» «¿ayuyo mami?» Yo empecé con las galletas con mi hijo mayor pero a raíz de ver algún documental sobre como se integra la cocina en las escuelas finlandesas y descubrir el pelador ancho (este: http://www.ikea.com/es/es/catalog/products/70233256/) pensé que la repostería iba a ser solo la punta de lanza. Y nos está funcionando bien 😉
MONIMON
Guau! Que buena idea lo del pelador! Gracias
marigem
Hola. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo tengo a mis hijos ya mayores pero siempre he cocinado cosas con ellos y ahora que han crecido me hace feliz ver que quiern seguir haciéndolo. Hoy sin ir más lejos voy a hacer las magdalenas de calabaza que aprendí aquí contigo hace tiempo. Cuando lleguen los dos a casa, después de comer lo haremos, pero en vez de magdalenas voy a hacer dos bizcochos pequeños, uno para merendar y el otro para mis padres. Ya he cocido la calabaza para ganar tiempo. Un besín y comparto muchas cosas contigo en la forma de educar y creo que tienes suerte por haber sido madre ahora porque hay cosas que ahora se han normalizado y cuando mis hijos eran pequeños nadie las hacía, te aseguro que las cosas que hago y hacía con mis hijos no las hacía nadie de mi entorno(no conozco a nadie que vaya a coger castañas o moras como hacía y hago yo o que pasen una tarde de picnic), me decían que era una «madrona» porque prefería eso en lugar de tenerlos delante de la puerta del bar mientras yo tomo sidra. Todo esto que estás sembrando ahora con tus niños además de proporcionarles una infancia feliz y a ti una maternidad inolvidable hace que en el futuro, en lugar de ir de botellón prefieran hacer una ruta en bici, un picnic en algún área recreativa cercana o simplemente un día de playa y tengan una adolescencia segura. Lo digo por experiencia y merece un montón la pena.
Patricia Fernández
Gracias Marigem ojalá sea como dices y las actividades familiares de hoy les sirvan para tener un centro en momentos mas caóticos o para profundizar en nuestras relaciones de modo que siempre seamos una referencia positiva para ellos. No te creas que es algo tan común incluso aún hoy en día, la falta de tiempo es una gran lacra de mi generación de padres, no sé donde he leído (y estoy de acuerdo) que muchos padres hoy en día se han convertido en meros organizadores de agendas y desde ese punto de vista tan dramático, entiendo perfectamente que la creatividad o la sensación de disfrute se vea satisfecha con opciones de ocio fáciles y sin complicaciones.
Por cierto que ilusión lo de la receta, me alegro muchísimo que te sirva de base para hacer otras cosas. Un besito!
Paloma
Estoy de acuerdo con todas -parece que sólo comentamos chicas- y además me confieso practicante con mi hija de 5 años (que ya es capaz de hacer un sandwich de jamón y queso ella solita a la plancha) y mi bestia parda de 2 años, que más que cocinar, aprovecha para ir «probando» a ver si está «rico» .
Sólo un apunte más a favor: lo orgullos que están cuando pones la comida en la mesa y presumes de «ayudantes»…
Bss
Patricia Fernández
Gracias Paloma por el comentario 😉
Sofía
Aunque han pasado unos días desde el post, no quiero dejar de comentarlo. Yo he tenido la suerte de cocinar con mi madre y con mi abuela; ahora lo hago con mi hija mayor y la pequeña nos mira y se ríe en su trona jugando con cucharas de madera. Puedo dar fe, que el haber visto en tu cocinar en casa y haber participado en ello crea en ti hábitos saludables porque en la lista de la compra hay materias primas y no productos elaborados; tienes imaginación para hacer una cena con lo que haya en la nevera y curiosidad por lo nuevo (no tener que ver caras raras cuando en la mesa hay un producto distinto); en fin la lista es extensa.. hasta la importancia de la higiene. Enhorabuena por este post.
Patricia Fernández
Hola Sofía, claro que no llegas tarde y muchas gracias por tu comentario, me encanta cuando os animáis a compartir también vuestras experiencias 😉